Todos llevamos máscaras:
¿Cuál es una de las tuyas?
En el teatro griego los actores usaban una máscara llamada personae, de ahí procede la palabra persona.
¡Qué tal! Cuando afirmas «Soy una persona» estás diciendo «Soy una máscara».
Y si soy más preciso, estás afirmando: Soy un manojo de condicionamientos y prejuicios.
Todos tenemos prejuicios, pero la mayoría no los ve.
¿Cuáles son algunos de los tuyos?
Un prejuicio es mirar a alguien con el molde que te has hecho en tu cabeza y no como es en realidad.
Vi a un par de ebrios en una fiesta; desde afuera, son desagradables e impertinentes,
pero mirándolos sin juzgar, aparecen dos jóvenes llenos de vida buscando qué hacer con ella.
Esta última respuesta no procede de mi cabeza, viene de guardar silencio y sólo mirar…
Mirar hasta que la realidad te ofrezca su mensaje.
El viernes me pidieron una regresión.
Es una técnica que respeto mucho porque me exige liberarme de prejuicios,
y sobretodo, de mi deseo de control.
Esperar a que fluya el relato y no manipular.
Soy un manipulador y ya te habrás dado cuenta de ello. Si no, pues ahora ya lo sabes.
Manipular es un recurso de la vida. Cómo lo uses y qué hagas con eso, ya depende de ti.
Te sugiero elaborar una lista de tus prejuicios, son parte de tus máscaras preferidas.
Una de tus primeras máscaras es tu nombre.
Con ella te identificas y te presentas al mundo.
¿Te has fijado que cuando alguien te da su nombre, tu mente comienza a asociarlo con experiencias de tu historia?
Impartí un curso a docentes y al comienzo se presentaron: «Soy Carlos», dijo uno y yo pensé en un chocolate.
«María», lo asocié con la Virgen. «Ricardo», con un antiguo amigo. «Elvira», con mi mamá.
Te sugiero buscar el significado de tu nombre, algo interesante hallarás para ti.
Otra máscara es tu género: hombre o mujer.
Desde ahí comienzas a posicionarte o te posicionan.
¿Sabías que en México más de 25 millones de mujeres trabajan y no les pagan por ello?
¿Y de las que trabajan, muchas de ellas ganan menos que un hombre por hacer lo mismo?
Es el prejuicio del género.
De cualquier manera, las máscaras están a tu servicio.
Reconócelas, revisa las que te funcionan y suelta las que te detienen.
Acepta las máscaras de la vida, usándolas cuando la situación te lo pida.
PD: 8 de marzo ¡Felicidades a todas las mujeres por su día!
Nos llevan una ventaja a los varones:
Ustedes ya están viviendo el futuro del mundo.
Jesús Piña
Invierte en tu Vida
Comentarios:
Comentario de: Aure [Visitante] · Editar
Interesante! Ayer tuve una larga platica con un maravilloso maestro, y el tema principal fue sobre las mascaras que nos vamos poniendo a lo largo de nuestra vida, como mecanismo de defensa, y asi ocultar SER REAL, no darnos cuenta que con ellas, dejamos de Ser receptivos se pierde la aceptacion de los hechos, Ah pero cuando te cansas de cargar tantas caretas, la fogatita prendida pero oculta, se convierte en un gran incendio, y oh sorpresa aparece el personaje llamado victima/
Que raros somos los humanos.
Ok despues de tanto choro
Muy bueno tu post.
08.03.10 @ 18:26
Comentario de: andrea [Visitante] · Editar
me podrias explicar mejor porfa, por lo que dices, entonces yo he vivido como los gladiadores, no con mascaras, si no con armadura, que triste
ayuuuuuuuuuda
espero tu comentario
si si si si se puede
09.03.10 @ 18:22
Comentario de: ROSARIO [Visitante] · Editar
mmmmmm no habia pensado de esa manera y me refiero a los perjuicios de genero,pero es verdad y con respecto a la manipulacion es un recurso digamos como un comodin y si le encuentras el lado amable hasta te divierte ja,ja,ja.felicidades por la diversidad de tus temas saludos.