«No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas;
míralo a la cara y con la frente bien levantada.» (Nietzsche)
¡Me gustó el final de Harry Potter! Más allá de los gustos de cada quien, puedo ver un proceso terapéutico en la travesía que Harry recorre desde el dolor a la esperanza; es éste camino de sanación el que quiero compartir contigo. Toma las ideas que te sirvan, son reflexiones al vuelo donde la intención es provocarte.
1. Harry Potter y la piedra filosofal.
El niño mago que no sabía que lo era… hasta que la vida lo hace DESPERTAR. Le habían dicho que sus padres murieron en un accidente automovilístico, cuando en realidad fueron asesinados por Lord Voldemort, el mago oscuro. ¿Te ha pasado? Un día resulta que la historia no es como te la contaron. El comienzo de tu sanación está en VER LA REALIDAD TAL COMO ES.
«Reconozco que tengo un problema y no puedo con él. Reconozco que necesito ayuda».
2. Harry Potter y la cámara secreta.
Decía García Márquez: «La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y como la recuerda para contarla.» Harry está descubriendo su historia y al hacerlo revive el dolor. Todos tenemos una cámara de los secretos, tus secretos, esperando por ti para mostrarte la raíz de tu sufrimiento. ¡Duele hacerlo! Sin embargo, la herida necesita lavarse.
Al recordar, comienzas a sanar; siempre y cuando evites juzgar lo que ves.
3. Harry Potter y el prisionero de Azkaban.
¿Te has fijado que el símbolo de la medicina es un báculo con una serpiente enroscada? La serpiente en su caminar hipnotiza, con su ataque aterra y con su veneno mata. Paradójicamente el veneno mata y cura. Date cuenta que las vacunas son dosis muy pequeñas de la enfermedad creando defensas en tu cuerpo. Harry enfrenta a la serpiente de Voldemort y a los dementores, seres negros y terroríficos que hacen revivir tus peores recuerdos, aflorando tus miedos y destruyéndote.
El antídoto del miedo es el amor. Ante una emoción negativa, contrarréstala con una emoción positiva.
4. Harry Potter y el cáliz de fuego.
En cada película Harry vive un duelo, una pérdida. La vida de todos nosotros está llena de pérdidas. Extrañamente, al perder, ganas; lo que no te mata, te hace más fuerte… siempre y cuando aprendas la lección. Harry no eligió estar en la prueba, PERO ESTÁ. ¿Qué sigue? Combatir a sus dragones, hacerle frente al fuego que lo quema. Y tú, ¿ya aprendiste las lecciones escondidas en tus pérdidas?
«Adormecer el dolor por un rato te haría sentirlo luego con mayor intensidad.» (Albus Dumbledore)
5. Harry Potter y la Orden del Fénix
Tu mayor enemigo reside en ti mismo y se manifiesta en tu inquisidor interno. Él representa tus prejuicios, tus reglas implacables, tus órdenes sin vida, tu Dolores Umbridge. La ley sin amor, duele. ¿El antídoto? Rebelarte. Cambiar lo que ya no te sirve y abrirte a la vida. ¿Cuáles son tus mayores cadenas? Recuerda: Lo que no dices, tu cuerpo lo habla.
La magia más poderosa es el amor y ese amor es como el ave fénix: Al morir a lo viejo, renaces a lo nuevo.
6. Harry Potter y el príncipe mestizo.
Los momentos oscuros unen o separan a la gente. ¿Te has fijado en eso? En tiempos difíciles descubrimos quienes nos aman. Por otro lado, lo único que nos da miedo cuando nos asomamos a la muerte y a la oscuridad es lo desconocido. ¿Qué hacer en un cuarto oscuro? Enciende una minúscula vela y se iluminará la oscuridad.
Sé resiliente ; lucha, lucha siempre, pues el momento más oscuro de la noche es cuando va a amanecer.
7. Harry Potter y las Reliquias de la Muerte.
Sin villano no hay película. ¿Sabes algo? Lord Voldemort simboliza tu lado oscuro. Harry Potter y Lord Voldemort están unidos, son caras de la misma moneda existencial. Ahora resulta que hay que morir para vivir. Además, llevas dentro de ti un puñado de Horrocruxes, -un objeto o persona, donde se guarda una parte del alma-. Los horrocruxes son tus apegos. Oye, ¿y cuáles son tus apegos?
Medita en esto: Donde esté tu tesoro estará también tu corazón.
¿Quieres mejorar tu vida? Haz clic aquí: QUIERO SANAR MI VIDA