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Obsculta: el arma secreta de la paz
¿Un arma para la paz? ¡Eso es absurdo!… Maureen miró la copa semivacía de su whisky recordando las patéticas palabras de su ex-jefe: «¡Lo siento Mau! Ojalá estuviera en mis manos… pero fue decisión del director.» ¡No importa quién lo hizo! ¡De todos modos, estaba sin empleo! ¿Qué voy a hacer ahora?- pensaba angustiada mientras…