Cuando te toca, aunque te quites
Cuando no te toca, aunque te pongas.
¿Cuál fue tu reacción ante el hombre que mató a dos personas en el Metro Balderas de la Ciudad de México e hirió a otras ocho? (Si no tienes ni idea de lo que te hablo, dale clic aquí.)
El choque consciente
Cuando transgreden tu rutina y te sacuden el alma, decimos que la vida te ha provocado un choque consciente.
Tu cascarón se rompe y es tiempo de que hagas ajustes para crecer. Independientemente de lo que puedas juzgar de este trágico evento, hay un mensaje para ti:
¿Ya lo descubriste?
El enojo es natural, la violencia es aprendida
Si metes en una habitación a un ratón, él es dueño de todo el espacio.
Si metes dos ratones, el espacio disponible se divide a la mitad.
Si metes cien… hay violencia.
Ahora imagina un espacio como la Ciudad de México con cerca de 25 millones de personas…
Cuando manejo en el Periférico un domingo por la mañana, hasta amable me vuelvo con los demás conductores.
En cambio, un viernes de quincena al mediodía, el Periférico es peleado centímetro a centímetro como si fuera la batalla final del Señor de los Anillos.
Los niveles de estrés a los que estamos sometidos los habitantes de la Ciudad de México son tan elevados y permanentes que ya nos hemos acostumbrado a la violencia.
Como me dijo un amigo: «Cuando el mundo de acabe, sólo quedarán cucarachas y chilangos».
Desconozco si así será, sin embargo, no cualquiera sobrevive en ésta tierra de guerreros.
¿Qué karma estamos pagando los habitantes de esta fascinante y adictiva ciudad?
¿Qué te empuja a permanecer en este caos organizado?
La cuerda se rompe por lo más débil
¿Qué puedo decirte?
Cuando me enteré de la noticia y vi el video, me indigné, me enojé, me entristecí, me sentí impotente y preocupado,
si se vale decir: me encabroné.
Pero más que por el homicida, porque la desigualdad es tan extendida, que se ha roto la cohesión social.
Más de quinientas personas se encontraban en los andenes de la estación, un hombre grafitea las paredes, nadie se mete.
Un policía auxiliar hace su trabajo y le pide al hombre dejar de pintar: Nadie se mete.
El hombre saca un arma y dispara… nadie se mete.
Y los pocos que se atrevieron quedan heridos y dos mueren… Nadie más interviene.
Tú habrías intervenido?
En mi caso, creo que no.
Hace diez años sí habría jugado el rol de héroe, cuando todavía no tenía a mi padre en mi corazón.
Hoy, tengo una hija que me necesita más vivo, que muerto.
A toda acción, corresponde una reacción
Ya viste la accción:
El héroe y el villano en el Metro de la Ciudad de México.
Ahora, ¿Cuál es tu reacción?
Sólo puedo decirte que sin villano, no hay película:
La Cenicienta no sería nadie sin la bruja malvada;
el Rey León sería una aburridísima cinta sin la muerte del papá de Simba;
y que la misión de Jesucristo no puede entenderse sin Judas Iscariote.
Como dice una canción: YO NO PUEDO CALLAR
Jesús Piña
Invierte en tu Vida!
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Comentarios:
saludos
a cabo,creo q si antes de actuar al civil q falleció y por que no
también al policia les hubiera pasado por la mente su familia;simple
y sencillamente ellos quizá no habrían muerto,pero tal vez si otras
personas aún sin haber intervenido(como el caso de los otros tantos q
resultaron heridos). Y respecto al asesino es increible hasta q punto
nos puede llevar la desesperación,el fastidio ante una situación q
no depende de una unidad sino de una suma total.