Todo principio es difícil porque es nuevo e incierto;
hay cosas que aún no sabes, personas y situaciones desconocidas para ti.
Duele un poco porque saliste de tu zona de confort y has dado un salto al vacío…
La primera vez que tuve a mi hija en brazos, la cargué cinco minutos y luego pensé:
“¿Y ahora qué se hace? ¿Dónde la dejo?”.
¿Recuerdas tu primer día en el kinder?
Te desprendes de mamá, ya no eres el consentido y ves más seres iguales a ti.
Me cuentan que yo me comí el lunch de otro niño en el recreo,
¡y eso que era mi primer día en la escuela!
Todo tiene su principio, pues todo viene de un final.
¿Puedes comprenderlo? Siempre que comienzas algo, un proyecto, un trabajo o una relación,
significa que algo terminó antes, cerraste una etapa y has llegado a una nueva lección de vida.
En el fondo, principio y fin son caras de la misma moneda.
Y tú, ¿cómo vives tus comienzos?
Voy a pedirte que busques el primer recuerdo que tengas de tu vida, el más antiguo,
sin importar la edad que tenías; ahí hay información valiosa sobre tu modo de vivir tus comienzos.
En mi caso, me visualizo de tres años, juego en la sala de mi casa;
oigo la puerta y veo entrar a mi papá que regresa del trabajo.
Corro hacia él, me carga, me abraza y me regala un paletón de chocolate y malvavisco.
En tu primer recuerdo de vida fíjate quiénes aparecen, cuál es la situación y qué es lo que sientes.
Para mí, los comienzos llevan la fuerza de mi padre, los recibo con alegre entusiasmo y expectación, y me dejo abrazar y apapachar.
¿Cómo te fue a ti con tu primer recuerdo?
En él está el gran tema de tu vida.
Así es, como lo estás leyendo, tu actual tema de vida está contenido en tu primer recuerdo.
Cuéntame tu experiencia y si deseas mi comentario, sólo pídemelo a jcpina9@hotmail.com
Recibe un gran abrazo!