LA EMPERATRIZ
Una mujer hermosa y real,
no es una reina celeste,
o más bien es el cielo encarnado en la tierra.
Es la fecundidad humana,
la puerta que te condujo a este mundo de posibilidades infinitas:
Proclama mi alma la grandeza de la Vida,
se alegra mi espíritu en quien Yo Soy!
Quien honra a su madre está honrándose a sí mismo!
EJERCICIO:
Pídele su bendición a tu madre (esté viva o más allá de la vida)
Y repite en tu corazón:
«Mamá: Tomo de ti la Vida entera!
Con todo lo bueno y lo no tan bueno,
y me quedo con lo mejor!»
TRANSFÓRMATE!
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Jesús Piña
Invierte en tu Vida