¿Dónde vas a festejar Halloween?

El solitario mexicano ama las fiestas…
Cualquier pretexto es bueno para celebrar…
Somos un pueblo ritual.
Octavio Paz.

¿Dónde vas a festejar Halloween?

Hace muchos años ésta pregunta me habría molestado y habría respondido:
«¡Estamos en México y aquí celebramos el Día de Muertos!»
¿Será realmente así?

Hoy puedo ver que las tradiciones humanas se mezclan, se revuelven, se fusionan
y caminan por el mundo porque están vivas.

La mayoría de la gente cree que el Halloween es una celebración gringa,
pero si revisas un poco descubrirás que es el resultado de muchísimas tradiciones…

Una muy antigua era la fiesta celta del Samhain,
que en irlandés primitivo significa «fin del verano y de las cosechas.»
Estamos hablando de épocas anteriores a nuestra era. ¿Te imaginas?

Para ellos, llegaba el momento de preparar las hogueras para recibir el invierno
y hacer un balance de los alimentos y las provisiones.

Por cierto, ¿ya hiciste tu balance personal de este año a punto de terminar?

Te quedan dos meses para completar tus propósitos del 2012. ¿Qué has cosechado?

Luego vinieron los romanos, -a quienes les encantaba tomar de todos los pueblos-,
y lo asimilaron a su fiesta de la cosecha en honor a Pomona ,-la diosa de los árboles frutales-,
ocupando un lugar muy especial las manzanas, ese delicioso fruto prohibido…
¿Te gustan las manzanas?

Y como cada pueblo que conquista busca expandir su espíritu,
llegó la tradición cristiana y un par de Papas de nombre Gregorio,
establecieron el «Día de Todos los Santos» pasándolo del 13 de mayo al 1 de noviembre.

Halloween viene de la expresión All Hallow’s Eve (víspera del día de los santos)
y llegó a Estados Unidos en 1840, con los inmigrantes irlandeses, después de una gran tragedia…

¿Te das cuenta? Es parte de las fiestas cristianas.

A mí lo que me impresiona de todo esto es que, -independientemente del nombre que le pongas-,
las fechas del festejo coinciden entre sí, porque en el fondo
los ciclos de la vida, la muerte y el destino están ahí,
siempre presentes en cualquier ser humano.

¿»Me das para mi calaverita?»

¡Bueno! Y México no se queda atrás en esto.
De hecho, la UNESCO decretó que el Día de Muertos es una Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Por algo será… por algo será…

«Para entrar a Mictlán, -el valle de los muertos-, es preciso ir acompañado de un perrito, cruzar un río y entregar una ofrenda llena de luz…»

Calaveritas de dulce y amaranto, pan de muertos, ofrenda y visita de las almas,
el cempasúchil o las veinte flores de la muerte…
elementos del festejo mexicano hacia la calaca, la catrina, la huesuda.

A la muerte la tuteamos para que no nos lleve, es que somos sus cuates ¿sabes?.

Nuestra tradición de muertos es una de las más antiguas de la humanidad,
tan antigua como la egipcia…

Tal vez por eso tenemos tantas y tantas canciones que aluden a la muerte,
como esa que dice:

«México lindo y querido, si muero lejos de ti,
que digan que estoy dormido y que me traigan a ti…»

«¡Pero la fiesta de halloween es un gran negocio!»

¿Y qué fiesta no lo es?

Jesús Piña
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