El rostro de mi hija


Comunicar es compartir la vida,
donde mirarse a los ojos
es el permiso que das para compartirte.

 

“¿Cómo te fue hoy en la escuela?” –pregunta ritual de un padre a su hija.
“Bien papi”, -respuesta ritual de una hija a su padre.

Hasta aquí, no ha pasado nada aún. Son saludos sin fuerza.
¿Cómo rompes la rutina con alguien?

Lo primero es mirarse a los ojos…

“¡Hola hija!”, -la saludo mientras miro en la profundidad de sus ojitos…
¡Wow! De pronto brota una imagen, veo a una niñita saltando la cuerda mientras canta feliz.
Ella me sonríe… He comenzado a comunicarme con mi hija.

 

La comunicación es posible entre dos personas que se ven.

Co-mu-ni-car viene del griego communitas, “poner en común”.
Comunicar es compartir tus pensamientos, emociones y experiencias.
Comunicar es compartir la vida, donde mirarse a los ojos es el permiso que das para compartirte.

¿Por qué la gente se grita cuando se enoja?

Porque no se ven y sus corazones se alejan.

Fíjate ahora: cuando dos personas se aman, se ven…
Se susurran, hablan quedito, despacio, se miran tórtolamente, enamorados; paulatinamente llegan a silenciar la palabra.

El domingo visité a mi mamá, casi no hablamos. Mis sobrinitos comían uvas y jugaban con dos pelotas, mientras mis hermanos disfrutaban unas carnitas estilo Michoacán. Nadie conversaba pues la televisión centraba nuestra mirada. Por cierto, ¡qué mala película estaban pasando!

Al despedirme de mi madre le pedí su bendición, me incliné ante ella, levanté la cara y la vi, la miré realmente.
Sus ojos diminutos, parpadeantes, con el cansancio acumulado de una larga vida… ¡pero con una luz! Gocé su mirada y desde ahí nos comunicamos… “Eres mi mamá y yo soy tu hijo, sólo tu hijo.” –expresaba jubiloso mi corazón de niño.

Impartí un curso a docentes sobre la nueva enseñanza del siglo XXI,
yo les comentaba de la analogía entre el primer día de clases y tu primer cita con alguien.
En eso, un profesor rompió mi exposición diciendo, casi gritando: “¡Eso es falso!”.
Se hizo un silencio incómodo, se tensó el ambiente y mientras tanto, el profe se soltó una arenga ante el grupo, pero nunca me vio.

Recuperado del desconcierto inicial, me acerqué a su lugar y le pedí que me viera para yo verlo también. Nunca lo hizo.
Comprendí que la comunicación no sería posible pues él estaba en el trance de su propio discurso.

El contacto visual es el principio para comunicarse.
Esto me lo enseñó una gran doctora (Paty Pérez) al explicarnos la dinámica profunda de las constelaciones familiares.

Inténtalo.
Mira a los ojos cuando hables.

¿Te cuesta trabajo o te incomoda?
Es tiempo de mirarte hacia dentro, de echarte un clavado en tu alma y trabajar tus temas pendientes.

¿Quién es la última persona a la que has mirado realmente?
Para mí ha sido el rostro de mi hija, llevándola por la mañana camino a la escuela mientras le sugiero:
“diviértete mucho y aprende.”

Jesús Piña
Invierte en tu Vida

Comentarios:

Comentario de: Adriana Cruz [Visitante] · Editar
Jesús que importatnte es darnos un tiempo para «ver» a la otra persona, no sólo importa el matener una conversación lejana o superflua; el vernos implica establecer una conexión, resaltar importancia y sobre todo el poner toda nuestra atención y apertura a lo que la otra persona desea comunicarnos. Suena fácil, pero con las carreras y el ajetreo de nuestra vida cotidiana a veces sin darnos cuenta nos perdemos, y con ello se pierden relaciones y familias; hoy recordé que la única persona que «detecta» con sólo verme a los ojos como me siento es mi mamá.
Un abrazo,
 22.03.10 @ 17:07

Comentario de: angie [Visitante] · Editar
Jesús…
Me superencanto!!!
bss
 22.03.10 @ 18:40

Comentario de: marian [Visitante] · Editar
hola jesús como todo lo que escribes este tema esta muy lindo nos hace realmente reflexionar sobre el contacto que tenemos a diario con las personas, que no nos detenemos a disfrutar de una plática o simplemente de mandarnos señales de amistad, saludos, buenos deseos,con tan solo una mirada, y una sonrisa, a mi me gusta observar mucho a las personas y todo se refleja precisamente en su mirada, si estan alegres, tristes, indiferentes, preocupados, etc.,gracias por este mensaje que nos ayuda a no olvidarnos de nosotros mismos y vivir cada momento disfrutando sobre todo de nuestros seres queridos…. que tengas una hermosa semana, cuidate mucho… y hasta pronto
 22.03.10 @ 21:40

Comentario de: Claudia [Visitante] · Editar
tengo una hija como sábes de dos añitos, casi no me mira a los ojos, pero casualmente hace como dos meses, le pido que me mire a los ojos…y que diferencia…ella me lee mi mente, mi alma y yo a ella también y así nos conocemos más…no estaba equivocada, gracias por estas palabras tan bonitas que escribes.
 22.03.10 @ 23:35

Comentario de: monica [Visitante] · Editar
hola jesus como siempre justo en el momento llegan tus correos por lo regular yo no veo a los ojos y menos cuando estoy enojadame y cuando lo hago con pocas personas aguanto la mirada luego me pongo nerviosa y bajo la mirada bueno cuidate y saludos
gracias
 23.03.10 @ 10:13

Comentario de: irma [Visitante] · Editar
yo estaba en ese curso y mi opinión es q los ojos son la mirada del alma, sin embargo yo no me atrevería a decir que quien no ve a los ojos, no es franco ya q los alumnos a veces no te miran a los ojos por timidez, o aveces por no querer mostrase débiles ante la autoridad. mi reflexión es Jesús, aprende a mirar el alma de las personas veras q sorprendente es ver algunas veces a traves de un mechón de cabellos o a través de un rostro inexpresivo, seguramente te encontraras muchas historias diferentes y algunas te sorprenderán. y yo no creo q mostrar la autoridad sea retar a alguien a q te vea a los ojos sino que la autoridad se muestra siendo humilde conquien crees mas debil. la grandeza del debil es la inseguridad del fuerte.
 26.03.10 @ 23:09

 

Una respuesta a “El rostro de mi hija”

  1. JESUS QUE BIEN ESTE CONTENIDO . LA VERDAD MUCHAS PERSONAS NO MIRAMOS A LOS OJOS Y EN ESAS MIRADA ENCONTRAMOS EL VERDADERO AMOR O DESAMOR DE NUESTRO COMPAÑERO

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